La subida del dólar y el aumento de los insumos serían la defensa de estos últimos, mientras los retailers insisten en que no pueden absorber solos esa fijación.
24 de Abril de 2017/SANTIAGO Una persona habla por teléfono en un supermercado de la comuna de Las Condes tras el fuerte sismo que se sintió en la Región Metropolitana que tuvo su epicentro en la zona centro sur del país FOTO:MARIO DAVILA/AGENCIAUNO

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El pasado 18 de marzo, el Ministerio de Economía mandó una minuta a la industria supermercadista. En ella delineaban una serie de medidas que recomendaban seguir para enfrentar el Covid-19. En líneas generales, abordaba las políticas para mantener el abastecimiento, la priorización de productos de primera necesidad y prácticas sanitarias, entre otras. Sin embargo, el cuarto punto daba cuenta de un aspecto que hoy genera más de alguna aspereza entre supermercados y sus respectivos proveedores: la aplicación de precios justos. Según se lee en la minuta: “El gobierno sugiere a los supermercados y sus proveedores que los precios de aquellos productos de mayor necesidad para enfrentar la contingencia sanitaria no excedan los precios anteriores a dicha emergencia”. Y sigue: “Para el caso de bienes importados, la recomendación es que dicho valor sólo sea ajustado por tipo de cambio”.
Actualmente, hay cadenas que optaron en definitiva por no subir los precios durante esta contingencia. Cencosud, por ejemplo, congeló los valores tanto en Jumbo como en Santa Isabel, lo mismo hizo SMU -matriz de Unimarc- que optó por mantener los precios existentes previo a la crisis; mientras que Walmart ha intentado cumplir su tradicional política de “precios bajos”, pese a la contingencia. Es que fuentes del sector subrayan que hoy los valores no pueden incrementarse en este escenario, sin embargo, confidencian que varios proveedores no estarían accediendo a congelarles el valor de la mercadería a las cadenas. Es que estos últimos -dice-, ya hicieron su esfuerzo durante el estallido social y hoy no estarían dadas las condiciones como para volver a materializarlo, básicamente por el alza del dólar.
Tras el estallido del 18 de octubre, el panorama fue similar. Sin embargo, dada la compleja situación en la cual quedaron los supermercados (cientos de saqueados y quemados), varios abastecedores siguieron la política de no incrementar los valores. “Fue un espaldarazo que varios proveedores dimos”, confidencia un alto ejecutivo. Y añade: “Se sabía que sería por un tiempo acotado y, de hecho, ya en diciembre la situación estaba relativamente normalizada”.
Pero ahora el escenario es otro. Y si bien las alzas de productos se ven con el supermercado con 40 días de antelación promedio, en ese período todas las variables se han modificado. Una fuente del sector lo cataloga como la tormenta perfecta: en el año el dólar ha subido en $79 -la mayor alza trimestral desde 2008; mientras que ciertos de insumos -dicen- también se han elevado.
Actualmente, los principales proveedores del sector supermercadista son Nestlé, Agrosuper, Carozzi, Soprole, Watt’s, Colún, Cervecera CCU y Embotelladora Andina. Varios de ellos, ya habrían comunicado sus intenciones de subir el costo de la mercadería a las cadenas en más de 10% por el alza del dólar. Al revés, CMPC por ejemplo, que también figura dentro de la lista de los más relevantes, ya comunicó públicamente que no concretará incrementos de precio.

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